Un curso más hemos llegado casi al final de nuestra andadura académica. Todos, alumnos, padres y profesores, hemos asistido a la siempre entrañable ceremonia de graduación de los alumnos y alumnas de segundo de bachillerato, en la que se pronuncian discursos, se entregan premios y diplomas y se canta o se interpretan variadas piezas musicales. A continuación podéis ver el programa de este año, la orla de los alumnos que finalizan y comienzan una nueva andadura en sus vidas y el discurso que la profesora Dñª Inmaculada Rodríguez Outón ha dedicado a la promoción. Esperamos que siempre os acordéis de nosotros. ¡Qué os vaya a todos muy bien y que seáis muy felices!
DISCURSO DE
GRADUACIÓN CURSO
2013/2014 SAN ROQUE (4 de junio de 2014)
Queridos alumnos, queridas familias,
queridos compañeros:
El
destino juega constantemente con nosotros. Cuando le dije adiós a San Roque, a
sus cuestas y al excelente sanjacobo del Balti, no pensé que volvería para
presenciar cómo aquellos niños que fueron mis primeros alumnos, crecerían y
crecerían hasta convertirme en una liliputiense. Bueno, por entonces, ya lo
era, pero ahora lo soy el doble o el triple.
Durante
esos dos primeros años, muchos de vosotros me demostrasteis que no me había
equivocado de camino, que como dijo Gabriel Celaya “es consolador soñar/
mientras uno trabaja,/ que ese barco, ese niño/ irá muy lejos por el agua./
Soñar que ese navío/ llevará nuestra carga de palabras/ hacia puertos
distantes,/ hacia islas lejanas.” Yo ya he dejado de soñar porque aquí estáis,
los que conocí entonces y los que he conocido en estos dos últimos cursos,
abiertos por fin a emprender un nuevo rumbo por sí mismos, sin perder un ápice
de la luz que llenaba vuestros rostros, la luz adolescente, la luz de aquéllos
que aún pegan enormes saltos con los ojos abiertos.
No la perdáis a pesar de que el mundo
se empeñe una y otra vez en robárosla.
Ahora
los gerifaltes que ahogan sus cuellos con carísimas corbatas pretenden que
vosotros, las nuevas generaciones, empecéis vuestra andadura arrastrando ya la
losa de la desilusión y del muy andaluz “pa qué”. Yo os animo a que no os
engañen porque ellos se alimentan de vuestros sueños, de vuestras esperanzas, de
vuestra luz y pretenden que seáis mujeres y hombres grises, atentos al reloj y
a los golpes hondos de sus voces.
A
lo largo de esos dos primeros años y de estos dos últimos, siempre han existido
días que parecían insalvables, días llenos de bruma y asfixiantes. Pero, a
veces, parece que vosotros funcionáis como pequeños sabuesos con nosotros y
oléis nuestra tristeza. Y gracias a vuestras caras, a vuestra complicidad, a
vuestra risa joven, una cae de nuevo en la cuenta de que el mundo es sencillo.
Aún
guardo con cariño aquella cartulina rosa donde un puñado de vosotros pegasteis
vuestra foto y me escribisteis con ternura algunas palabras. Recuerdo también
nuestro viaje a Doñana y vuestra
insistencia en bajar pronto a la playa, a pesar del viento y del frío. A Elena,
a Pedro y a mí nos faltó encender una fogata, mientras vosotros corríais en
bañador, sin camiseta, por la orilla. Aquella noche os mezclasteis en el hotel
con una excursión del IMSERSO y llenasteis de alegría a esos abuelos, bailando
incansablemente con ellos.
El
curso pasado mis tres palabras mágicas fueron: “Tranquilidad, paz y sosiego”. A
pesar de que a veces me dieran ganas de pulverizar en la clase un compuesto de
tila y valeriana para relajaros, disfruté muchísimo con vosotros, con vuestra
alegría, con vuestro cariño, con vuestras ganas infinitas de aprender.
Este
año mi curso parecía una sucursal de la ONU: chicas y chicos de Humanidades,
Sociales y Ciencias. A ellos les digo que sean fuertes, que salten todos los
precipicios, que confíen en sí mismos, que se quieran porque si no son ellos
los primeros en valorarse, no podrán arrojar sobre el mundo toda la luz que
llevan dentro.
¡Ánimo!,
pues como ya decía Goytisolo: “Nunca te entregues, ni te apartes/junto al
camino nunca digas/no puedo más y aquí me quedo./ La vida es bella, tú verás/
como a pesar de los pesares/ tendrás amor, tendrás amigos.” “Tu destino está en
los demás/tu futuro es tu propia vida/ tu dignidad es la de todos.”
Un último consejo:
Queridos alumnos, conservad siempre
la alegría, reíd porque es lo único que nos ayuda a vencer a todos los
dragones, a todos los vacíos, a todas las sombras que llenan nuestros bosques.
Os quiero. ¡Que la vida sea buena con
vosotros! ¡Un abrazo y hasta siempre!