miércoles, 18 de junio de 2014

Ceremonia de Graduación Promoción 2012-2014.

Un curso más hemos llegado casi al final de nuestra andadura académica. Todos, alumnos, padres y profesores, hemos asistido a la siempre entrañable ceremonia de graduación de los alumnos y alumnas de segundo de bachillerato, en la que se pronuncian discursos, se entregan premios y diplomas y se canta o se interpretan variadas piezas musicales. A continuación podéis ver el programa de este año, la orla de los alumnos que finalizan y comienzan una nueva andadura en sus vidas y el discurso que la profesora Dñª Inmaculada Rodríguez Outón ha dedicado a la promoción. Esperamos que siempre os acordéis de nosotros. ¡Qué os vaya a todos muy bien y que seáis muy felices!


DISCURSO  DE  GRADUACIÓN       CURSO 2013/2014     SAN ROQUE (4 de junio de 2014)
 Queridos alumnos, queridas familias, queridos compañeros:
          El destino juega constantemente con nosotros. Cuando le dije adiós a San Roque, a sus cuestas y al excelente sanjacobo del Balti, no pensé que volvería para presenciar cómo aquellos niños que fueron mis primeros alumnos, crecerían y crecerían hasta convertirme en una liliputiense. Bueno, por entonces, ya lo era, pero ahora lo soy el doble o el triple.
          Durante esos dos primeros años, muchos de vosotros me demostrasteis que no me había equivocado de camino, que como dijo Gabriel Celaya “es consolador soñar/ mientras uno trabaja,/ que ese barco, ese niño/ irá muy lejos por el agua./ Soñar que ese navío/ llevará nuestra carga de palabras/ hacia puertos distantes,/ hacia islas lejanas.” Yo ya he dejado de soñar porque aquí estáis, los que conocí entonces y los que he conocido en estos dos últimos cursos, abiertos por fin a emprender un nuevo rumbo por sí mismos, sin perder un ápice de la luz que llenaba vuestros rostros, la luz adolescente, la luz de aquéllos que aún pegan enormes saltos con los ojos abiertos.
No la perdáis a pesar de que el mundo se empeñe una y otra vez en robárosla.
          Ahora los gerifaltes que ahogan sus cuellos con carísimas corbatas pretenden que vosotros, las nuevas generaciones, empecéis vuestra andadura arrastrando ya la losa de la desilusión y del muy andaluz “pa qué”. Yo os animo a que no os engañen porque ellos se alimentan de vuestros sueños, de vuestras esperanzas, de vuestra luz y pretenden que seáis mujeres y hombres grises, atentos al reloj y a los golpes hondos de sus voces.

         A lo largo de esos dos primeros años y de estos dos últimos, siempre han existido días que parecían insalvables, días llenos de bruma y asfixiantes. Pero, a veces, parece que vosotros funcionáis como pequeños sabuesos con nosotros y oléis nuestra tristeza. Y gracias a vuestras caras, a vuestra complicidad, a vuestra risa joven, una cae de nuevo en la cuenta de que el mundo es sencillo.
          Aún guardo con cariño aquella cartulina rosa donde un puñado de vosotros pegasteis vuestra foto y me escribisteis con ternura algunas palabras. Recuerdo también nuestro viaje a Doñana  y vuestra insistencia en bajar pronto a la playa, a pesar del viento y del frío. A Elena, a Pedro y a mí nos faltó encender una fogata, mientras vosotros corríais en bañador, sin camiseta, por la orilla. Aquella noche os mezclasteis en el hotel con una excursión del IMSERSO y llenasteis de alegría a esos abuelos, bailando incansablemente con ellos. 
         El curso pasado mis tres palabras mágicas fueron: “Tranquilidad, paz y sosiego”. A pesar de que a veces me dieran ganas de pulverizar en la clase un compuesto de tila y valeriana para relajaros, disfruté muchísimo con vosotros, con vuestra alegría, con vuestro cariño, con vuestras ganas infinitas de aprender.
          Este año mi curso parecía una sucursal de la ONU: chicas y chicos de Humanidades, Sociales y Ciencias. A ellos les digo que sean fuertes, que salten todos los precipicios, que confíen en sí mismos, que se quieran porque si no son ellos los primeros en valorarse, no podrán arrojar sobre el mundo toda la luz que llevan dentro. 
         ¡Ánimo!, pues como ya decía Goytisolo: “Nunca te entregues, ni te apartes/junto al camino nunca digas/no puedo más y aquí me quedo./ La vida es bella, tú verás/ como a pesar de los pesares/ tendrás amor, tendrás amigos.” “Tu destino está en los demás/tu futuro es tu propia vida/ tu dignidad es la de todos.”
 Un último consejo:
 Queridos alumnos, conservad siempre la alegría, reíd porque es lo único que nos ayuda a vencer a todos los dragones, a todos los vacíos, a todas las sombras que llenan nuestros bosques.
 Os quiero. ¡Que la vida sea buena con vosotros! ¡Un abrazo y hasta siempre!


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